A diferencia de los plásticos, que son derivados de combustibles fósiles muy permanentes que no se descomponen en el entorno de la naturaleza y se acumulan, el bambú con el que se fabrican los mangos de los cepillos puede ser degradado y vuelto a formar parte del suelo de manera natural.
Diseñados a partir de recomendaciones odontológicas que permiten mantener la calidad de cepillado y durabilidad que un cepillo convencional.
El único componente no biodegradable son las cerdas (3% del total del producto) fabricado con nylon libre de BPA y totalmente reciclable.
Tanto el mango de los cepillos MERAKI como sus cajas son BIODEGRADABLES y compostables.
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